lunes, 5 de marzo de 2012

El sacacorchos mecánico-

La mayoría de inventos pretenden hacernos la vida más fácil. Eso es de agradecer, pero a veces convertir un proceso simple en una hazaña llena de obstáculos y dificultades también es de agradecer, sobre todo si es otro el que la hace. La máquina sacacorchos de Robb Higg pertenece al último grupo. Casi tres minutos de agonía, estertores y ruidos infernales para conseguir abrir una botella de vino.
En el siguiente video se puede contemplar una versión de la máquina funcionando en un ambiente lúdico-festivo. 
Realizada por Pedro

Eatheremin: el tenedor elocuente-

  
El Eatheremin sustituye esos sonidos por interlocuciones proferidas por una seductora voz femenina o por sonidos propios. Si uno come solo, está bien porque eso siempre sube el ánimo; si, por el contrario, estamos acompañados, la amalgama resultante puede transformar una comida estándar en una fiesta continua.